Bebida con té rojo, mandarina, fresas y plátano para adelgazar

El té rojo pu-erh se caracteriza por sus múltiples propiedades beneficiosas para la salud. Se calcula que gran parte de sus grandiosas cualidades provienen del proceso de doble fermentación que se le da a este té durante el paso del tiempo. Es un gran diurético y ayuda a perder peso.

A continuación, te recomendamos una receta muy sencilla con nuestro delicioso té rojo que te va a encantar.

Para preparar esta bebida necesitas los siguientes ingredientes:

• 1 taza de té rojo (elige el que más te guste, el té rojo normal o el té rojo» luna de Valencia«)
• 1 taza de fresas congeladas
• 1 plátano congelado (trocéalo antes de congelarlo)
• 1 mandarina de citrusricus.com
• 1 cucharadita de semillas de chía
• 1 pizca de canela de Ceilán en polvo
• 2 dátiles sin hueso (opcional, para los que prefieren el batido un poco más dulce)

También necesitas una batidora de vaso de gran potencia para preparar esta bebida.

Preparación

Es muy sencillo. Prepara una taza de té con nuestro delicioso Pu-erh, utilizando 1 cucharadita de té. Déjalo infusionar entre 5 y 6 minutos y esperar a que se enfríe un poco. A continuación, simplemente tienes que mezclar todos los ingredientes y triturarlos en la batidora hasta obtener una bebida homogénea.

Nuestro Pu-erh lleva el nombre «luna de Valencia», ¿sabes qué significa quedarse “a la luna de Valencia”?

Normalmente se refiere a las personas que están despistadas o rezagadas respecto a algo que deben hacer.

• La más conocida y que se cree verdadera se refiere a las antiguas murallas que rodeaban la ciudad de Valencia. Éstas tenían unas puertas por las que acceder al interior y que eran cerradas por la noche tras el toque de queda. Aquellos que llegaban tras el cierre no podían pasar al interior y dormir a sus casas, por lo que debían pasar el resto de la noche al raso, a la luna de Valencia.
• Otro posible origen es el momento de la expulsión de los moriscos de la ciudad y la acumulación de éstos en las playas de Valencia, ya que debían de ser trasladados en barcos hasta las costas de Argelia, Marruecos y Túnez, pero debido a la gran cantidad que eran no cupieron todos en las naves, prometiéndoles que regresarían a recogerlos, por lo que muchos quedaron esperando varias noches a la luna de Valencia.
• También a aquellos que llegaban en barco hasta la ciudad pero que al hacer mal tiempo o mareas poco propicias para el desembarco, tenían que esperar en el barco a que mejorase.

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