Cestas Variadas: Regalar sin equivocarte

¿Alguna vez te ha tocado hacer un regalo a alguien que conoces... pero no demasiado? Un compañero de trabajo, el nuevo cuñado, la profe de pilates o ese amigo de tu pareja con el que solo has cruzado un par de frases. En esos casos, las cestas variadas pueden ser la clave: un detalle bonito, útil y con cero riesgo de acabar en el cajón de “regalos incómodos”.

El reto de acertar con el regalo

¿Alguna vez te ha tocado hacer un regalo a alguien que conoces… pero no tanto? Spoiler: nos ha pasado a todos.
Un compañero de trabajo. El nuevo cuñado. La profe de pilates. O ese amigo de tu pareja al que ves en cenas pero con el que no has intercambiado más de dos frases. Sabes que toca tener un detalle, pero claro: ¿qué le gusta? ¿Le hará ilusión o lo guardará en el cajón de “regalos incómodos”?

Spoiler: nos ha pasado a todos.

Y no, la solución no es pasarse media tarde en internet buscando ideas genéricas como “regalos originales para personas difíciles de regalar”. Vamos a contarte por qué ese tipo de situaciones pueden tener una salida más simple, más natural… y más fresca de lo que piensas.

El reto de acertar con el regalo

Hay personas a las que es muy fácil regalarles algo. Las que coleccionan tazas de gatos, las que siempre quieren libros o las que tienen una wishlist más larga que su currículum.

Pero cuando no conoces bien a alguien, el margen de error es mayor. Lo último que quieres es regalar una botella de vino… a alguien que no bebe. O un perfume a quien usa siempre el mismo desde 1994. Incluso una caja de bombones puede convertirse en una trampa si resulta que son diabéticos.

¿Entonces qué? ¿Hay algún regalo que funcione para casi todo el mundo?

Lo natural siempre queda bien

En este punto es donde los regalos comestibles entran en juego. Pero no hablamos de cualquier cosa: nos referimos a esas opciones que combinan sabor, salud y presentación, como las cajas mixtas de frutas y verduras.

Piensa en esto: frutas de temporada, recién recogidas, colocadas con mimo en una caja bonita, enviadas directamente a la puerta del destinatario. ¿Quién no sonríe al recibir algo así?

Las cestas variadas de frutas para regalar a domicilio tienen una gran ventaja: no hacen falta demasiados datos personales para saber que van a gustar. No importa la edad, ni el estilo de vida, ni si te llevas años sin ver a esa persona. Las frutas hablan un idioma que todos entienden: el de lo auténtico.

Por ejemplo, una cesta de Navidad (en España, una de las variantes más populares de este tipo de regalos) es una opción que nunca falla, ya que combina productos frescos y saludables que pueden disfrutar todos, desde el más pequeño hasta el más mayor. Además, al ser un regalo que se personaliza con productos de temporada, como las naranjas valencianas, puedes elegir productos que se adapten a lo que más gusta a esa persona, sin riesgo de equivocarte.

A un clic y sin líos

Otra ventaja importante: si eliges bien dónde compras, el proceso no puede ser más sencillo.
En Citrusricus, por ejemplo, puedes encontrar cajas regalo que viajan directas del campo al destinatario, sin intermediarios. Cajas variadas con productos de temporada y sin envoltorios plásticos. Y si quieres, puedes añadir una nota personalizada.

Vamos, que no hace falta ser el rey del buen gusto para quedar bien.

Un regalo con mensaje (aunque no digas nada)

Cuando haces un regalo así, sin decirlo estás enviando un mensaje:

“Me importas. Quiero tener un detalle contigo, aunque no te conozca a fondo. Y prefiero regalarte algo que puedas disfrutar de verdad, sin complicaciones.”

Eso es lo que consigue una buena cesta de fruta:

• Natural
• Variada
• Sorpresiva (pero sin riesgos) 
• Y pensada para disfrutarla

Y si es un regalo más formal o profesional, también puedes inspirarte con estas ideas de cestas variadas.